Fijaos bien en la imagen de arriba. Pasa pocas veces al año, pero pasa. Las montañas del fondo son la silueta de Ibiza, dibujada claramente sobre el horizonte. La hora, la ausencia de bruma, el viento y otras condiciones atmosféricas, hicieron magia y pude observarla desde mi balcón de Denia, frente a la isla. Era el amanecer del 6 de enero. Igual fué cosa de los Reyes Magos.
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